En el mercado existen numerosos sistemas de iluminación entre los que podríamos destacar las lámparas incandescentes convencionales y halógenas, y las lámparas de descarga de vapor de mercurio y sodio. El LED se abre camino como un sistema con un principio de funcionamiento muy diferente y que tiene que hacer frente a sistemas ya muy establecidos y gozan de la aprobación general.

Por tal motivo hemos considerado realizar esta comparativa donde y se mencionan las características de los distintos sistemas con el fin de evaluar, justificar y entender el porqué el LED se va a convertir sin duda alguna en el sistema más utilizado en poco tiempo.

1. Bajo consumo: Una lámpara LED consume en torno a un tercio de la energía que un sistema convencional para las mismas condiciones de iluminación, en definitiva, son más eficientes.

2. Mayor duración y fiabilidad: La vida de un LED es muy larga en comparación con los demás sistemas. Haciendo un promedio, un LED vive algo más de 4 años frente a 1 año y medio de vida de las convencionales.

3. Más económicos: Debido al bajo consumo el sobrecoste se amortiza en torno a 12 meses. Por otro lado la vida de la luminaria hace que comprar luminarias LED sea una inversión porque disponemos de dicha luminaria una media de 3 años más; tiempo en el que nos vemos beneficiados por el ahorro energético y de sustituciones. 

Podría decirse que a partir del año nos estamos dejando de gastar tres veces la inversión realizada en las luminarias LED.

4. Baja tensión: reduciendo al mínimo el riesgo de electrocución.

5. Baja temperatura: Debido al alto rendimiento luminoso, la mayor parte de la energía se transforma en luz en vez de en calor, mejorando el confort en las estancias donde se instala y el ahorro en sistemas de acondicionamiento térmico.

6. Políticas de eficiencia y ahorro de energía: Todas las políticas energéticas y medioambientales promocionan e incentivan tecnologías eficientes como el LED. De hecho, en septiembre de 2012 dejarán de comercializarse las lámparas incandescentes.

7. Amplia banda espectral: El LED es un dispositivo de longitud de onda fija pero que puede trabajar en una amplia banda del espectro. En las mismas condiciones de luminosidad que sus rivales, la luz que emite el LED es mucho más nítida y brillante. Para cubrir todo el ancho de banda existen en el mercado una gran gama de LEDs que nos permiten iluminar con una longitud de onda determinada: infrarrojo, rojo, verde, ámbar, azul, violeta y ultra violeta.

8. Mayor rapidez de respuesta: El LED tiene una respuesta de funcionamiento mucho más rápida que las lámparas de descarga convencionales, del orden de algunos microsegundos.

9. Resistencia mecánica, volumen y peso: Las luminarias convencionales se caracterizan mecánicamente por su fragilidad, en este caso los LEDs son mucho más resistentes y al pesar y ocupar muy poco, resultan más sencillos de manipular y transportar, además de hacerlas más aptas para el diseño en luminarias exclusivas y sofisticadas.